Hurgo mis sentimientos. Estoy viva.
Blanca Varela
Mientras crecía la tradición de ofrendar a nuestros muertos era una ocasión especial, la abuela colocaba los mejores platillos, llenos de sazón, memorias, colores y fantásticos olores, para mi pequeño ser era un festín completo colocado entre flores, veladoras, música, objetos personales y fotografías de aquellos y aquellas personas que se volvían los y las protagonistas de las mejores historias, contadas por la abuela y por la gente mayor.
La muerte tenía un significado muy místico, porque, aunque el dolor podía sentirse también se tocaba la alegría y la nostalgia de aquella añoranza, porque las personas queridas regresaban una noche a compartir todo lo que los vivos habíamos creado con las manos, pero sobre todo con el corazón.
No fue sino a través de los años que entendí con mayor conciencia el ritual, en una reunión con amistades de otras partes del mundo me preguntaban por este enigmático festejo, John un irlandés muy risueño cuestionaba desde su extrañeza por que los mexicanos celebrábamos la muerte, casi como desde del alma mi respuesta fue corregirle, “Nosotrxs celebramos la vida, la vida de aquellos y aquellas que estuvieron en nuestras historias, quienes nos marcaron y de quienes aprendimos tanto, miramos con nostalgia a la muerte pero no como el final sino como una forma de trascender, el día de muertos es una ofrenda, un ritual que los vivos damos a los muertos, es un festín de historias, sentimientos y sobre todo resiliencia”.
Tal vez Jonh, ni Marcio, ni Lara, ni Tara, ni Joao entendieron el significado por que para ello tendrías que haberle vivido, una vida reconociendo el cempasúchil y el copal.
Que vengan las mascotas, quienes nos ayudarán a pasar el rio, que vengan nuestros amigos y amigas, nuestras madres y padres, hermanos y hermanas, hijos e hijas, que vengan esos seres que tanto queremos que aquí estamos quienes aún les recordamos con un corazón palpitante y una mesa llena y basta de licor, comida, juegos y cartas.
QUE VENGAN QUE AQUÍ LES ESPERAMOS.
Dia de muertos es una tradición mexicana que se origina desde las épocas prehispánicas, donde implica el retorno momentáneo del alma de los difuntos para regresar a casa y convivir con los familiares. Cada año, miles de familias colocan ofrendas y altares con las decoraciones correctas para recibir a familiares.
En Unidos, hacemos memoria de todas las personas que fallecieron en este año de la comunidad Unidos; los recordamos con cariño y esperamos que en estas fechas puedan regresar un rato a convivir nuevamente con nosotros.