Unidos: experiencias que transforman

Dic 8, 2022 | Blog

El inicio de muchas historias

Hace 35 años Unidos nació con la firme idea de lograr la inclusión de las personas con discapacidad, con enfoque en beneficiarlos a ellos y a sus familias. Con el paso de los años, Unidos evolucionó hacia educar a la sociedad que no tiene discapacidad, pues descubrimos que si esta sociedad se sensibiliza y conoce esta realidad es más fácil que la inclusión se dé en todos los ámbitos y en muchos espacios de la comunidad. 

Hoy, después de estos años, Unidos es y existe gracias al SÍ de personas sin discapacidad que al vivir la experiencia, se han convertido en agentes de cambio en su comunidad y promotores de la inclusión en el entorno en el que participan: familia, escuela, trabajo, amigos. 

Después de 35 años podemos contar innumerables historias de transformación, testimonios de vida de personas que hoy por hoy siguen promoviendo la inclusión. 

Hoy, te compartimos 7 historias de personas en las que Unidos ha trascendido en sus vidas. Para muchos de nosotros Unidos es y sigue siendo una escuela de vida, que nos forma en habilidades pero nos transforma para ser mejores personas y hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.

Cecy González 

Llegué a Unidos en el año 1990…y en el momento que entré al Liceo, que era el punto de reunión, vi música, fiesta, mucha gente alegre, esto me marcó desde el primer momento. Antes no había capacitación, mi capacitación fue en el día a día. Desde ese momento me enseñaron a ser tolerante y paciente. Ver llegar a los papás con sus hijos con discapacidad me motivaba. En mi familia nunca habíamos tenido contacto con la discapacidad, y me di cuenta que lo primero que tenía que hacer era sensibilizar a mi familia, mis hermanos también participaron en programas y en viajes. Ahora soy madre de familia, y también he logrado que mis hijos participen y vivan la misma experiencia y los mismos aprendizajes que yo viví, y de alguna manera sigo aplicando todo lo aprendido desde mi trabajo en la Secretaría de Inclusión e Igualdad. Unidos definitivamente cambió mi vida y la de mi familia.

Cecy González en una foto de los años 90s, hincada a lado de una mujer en silla de ruedas, junto con otras dos mujeres al otro costado de la mujer en silla de ruedas.

Bernardo Delgado 

Entre en Unidos en 1995, recuerdo perfecto la primera imagen al ver a tanta gente bailando tan temprano. En unidos aprendí la importancia que tiene el hecho de que como seres humanos nos acerquemos para conocernos, para descubrir todo aquello que podemos compartir en cuanto a emociones e ideas. 

Unidos a mi me ayudó mucho en mi auto descubrimiento, fue a través de hacer nuevos amigos que aprendí a desenvolverme y a comunicarme de una mejor manera, aprendí a ser más empático y a ser más consciente, positivo y a entender lo valioso de la amistad. Y claro, sigo conservando amigos de UNIDOS, que sigo viendo y seguro tendré toda la vida.

Bernardo y un amigo con discapacidad posando abrazados y parados.

Viri Guimbarda 

Entré en el año de 1999, y en Unidos aprendí que el valor de una persona va más allá de su apariencia física, que las personas son valiosas por lo que hay dentro de ellas, que todos tenemos las mismas oportunidades y derechos. Que la empatía es de las virtudes más importantes que existen, el sentir y acercarte al otro, para vivir en armonía. Gracias a Unidos yo transformé mi vida, y mi familia también, pues hoy mis amigos de Unidos son amigos de mi familia. Le di un resignificado a lo que es vivir, lo que es respirar, el poder moverme. Después de todos estos años sigo agradeciendo lo que viví en Unidos porque gracias a ellos puedo ver con amor y con cariño, ver a todos como seres humanos valiosos indistintamente de su condición. 

Grupo de personas abrazadas posando paradas.

Diego Torres 

Entré a Unidos en el verano del 2004. En ese entonces estaba pasando por un momento complicado en el que yo sentía que no era feliz, desde el primer día de verano me sentí muy identificado con la causa y me enamoré de las historias de vida de los amigos con discapacidad y sus familias, uno de los cambios más significativos en mi vida fue el que al participar en aquel verano encontré mi vocación, cambie de carrera de odontología a educación especial. Mi mejor aprendizaje que me he llevado es el de conocerme mejor a mi mismo a través de la convivencia e interacción con otros jóvenes con y sin discapacidad, en un ambiente ideal para el aprendizaje de habilidades humanas que tanta falta hacen actualmente. 

Después de tantos años, Unidos sigue formando parte importante de mi vida, ya que muchas amistades de mi día a día los conocí ahí. Uno de mis mejores amigos es Francisco Montemayor, el cual frecuento fuera de Unidos y que hemos tenido la fortuna de compartir festejos de cumpleaños y viajes por nuestra cuenta, es querido en mi familia y a la vez yo me siento aceptado en la suya. Si no hubiera existido Unidos en mi vida, quizá nunca me hubiera dado cuenta de la existencia de otras realidades que no sabía pudieran influir tanto en mi y en la oportunidad que tengo día con día de aportar en la vida de otros.

Selfie de Diego y su amigo Francisco, frente a una iglesia

Gaby Cebrián 

Ingresé a unidos en el verano de 2001 al grupo 5 (café), lo que aprendí en esos días es que existen muchas otras maneras no verbales de comunicarse. Todo lo vivido en los siguientes años al formar parte del staff me ayudó a desarrollar algunas habilidades de liderazgo. Lo vivido y aprendido en mis años de voluntariado me ha ayudado en todos los ámbitos de mi vida, como tía, amiga, profesional y voluntaria en otras AC. Me hace muy feliz que ahora el tema de la inclusión ya es lo normal en la mayoría de las organizaciones, para mí, uno de los mayores objetivos de Unidos se logró.

Cecy hincada abrazando a dos niños con discapacidad en cada lado.

Sandy Coronado 

Entré en el 2006, mis mayores aprendizajes fueron la empatía y dar con el corazón. Mi mamá siempre ha dicho que hay 2 Sandys, antes y después de Unidos; soy lo que soy porque ahí  pude ser yo misma en una época en la que necesitaba encontrarme y en un lugar donde todos me dieron amor sin medida ni condiciones.

Se fue la pena, llegó la espontaneidad y lo extrovertida, hablar con las personas y conectar es algo que aprendí y se quedó conmigo, me hace mejor en todo aspecto, siempre tener en mente ese lado humano que me mostró mi familia de Unidos es algo que no tiene precio.

Un grupo de personas posando para la foto. Hay dos persona en silla de ruedas y las otras se encuentran hincadas.

Mau González 

Entré a Unidos en el verano del 2013. Después de 9 años, el mayor aprendizaje que me ha dejado es como dice su himno: “mirar más allá de nuestra apariencia”. Lamentablemente vivimos en una sociedad donde (en muchos casos) predominan los prejuicios; hay desconocimiento de muchos temas y por lo mismo existe una falta de empatía en general. Y Unidos llegó para enseñarme a reconocer, recordar y abrazar el valor que todos tenemos por el simple y gran hecho de ser personas, sin importar qué. 

Y esa misma enseñanza la he trasladado a mi día a día, ya no se trata de yo ir a Unidos y vivir en sus programas lo aprendido, si no de llevar a Unidos conmigo a donde quiera que vaya. Pudiera decir muchas cosas pero lo resumiría en que Unidos me ha hecho una mejor persona. Ha sacado una faceta mía que reconozco no fácilmente la muestro en otros lados, ya que no sé cómo, pero tiene una magia para crear un lugar TAN seguro donde disfrutas mucho el ser tú mismo. Es como si Unidos te dijera: “Tranquilo, aquí no tienes que fingir nada, nos encanta que seas tú y que siendo como eres, te compartas con nosotros” y eso estoy seguro a muchos descansa. 

Y ahorita en mi trabajo y con mi vida, quiero seguir haciendo eso, que por el trato que dé a los demás, por mirarlo a los ojos, darles el respeto y trato que se merecen, siempre llevando la bandera de la empatía.

Mau con un niño con discapacidad en la actividad de Unidos