Ahora vamos con una pregunta que puede ser o muy fácil o difícil de responder, ¿Quién eres?
Así es como en el trabajo terapéutico llevo a mis pacientes a preguntarse sobre si mismes, hay quienes su respuesta es inmediata, quienes se toman unos segundos para meditar y quienes reconocen no saber, aunque pronunciarlo les de miedo. Aristóteles nos decía que “El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría”, y así como él muchos filósofos han cuestionado el ser, porque al identificar nuestros propios componentes nos daría una identidad, desde lo individual hasta lo colectivo.
Hablaríamos entonces sobre una vía de exploración emocional, el autoconocimiento, pero ¿qué hay sobre el autoconocimiento? Podría decir que es un proceso, no tanto como un hecho, que claramente no puede segmentarse ni llegar al total conocimiento de nosotros mismes, ya que se va adquiriendo a lo largo de toda la vida, de nuestras experiencias, victorias, fracasos, relaciones, deseos y demás.
El examen de uno misme resulta ser aterrador, porque no puedes ocultarte de ese espejo transparente, quedarte detrás del personaje que muestras ante los demás y es que es difícil aceptar aquellas cosas que no nos gustan o que nos incomodan ver por que luego entonces nos lleva a un plano de cambio, de trabajar por ello y de moverte de donde estabas parade.
Y ¿Cuáles son los beneficios si me dices que es un proceso complicado y en constante cambio?, bueno uno de ellos tiene que ver con la sensación de paz con nuestra propia realidad, sin autosabotajes ni negaciones, así como vivir tu vida con sentido. También replantea nuestras relaciones interpersonales haciéndolas más sanas y libres, de igual manera alcanzamos a identificar nuestro potencial, sueños, metas y limitantes, por que sí, incluso un buen líder sabe reconocer cuando las situaciones le rebasan y necesita de apoyo.
Si bien los beneficios son muchos, no es una garantía de felicidad ni de éxito, por que es un camino que nos lleva a la autenticidad y aunque no existe la formula perfecta si podemos seguir algunos pasos. Dentro de ellos esta la psicoterapia, porque no todo el auto conocimiento es racional, no es todo objetivo como nos gustaría, también debe incluir la parte intuitiva, abstracta y hacerlo a solas resulta muy difícil, de ahí que necesitemos ayuda de alguien más, de un profesional que nos conduzca por esa parte inconsciente.
Otro paso es el preguntarse y es que en la dinámica de auto interrogarnos seguimos ejercitando de este proceso, ¿Qué son las cosas que mas me gustan y disfruto?, ¿Cómo vivo mi soledad?, ¿me siento a gusto con mi pasado?, ¿Cómo he reaccionado ante mis victorias y fracasos?, ¿con que personas tiendo a relacionarme? Son algunas preguntas guía que podrían servirte.
Por último, tenemos la compasión, entender que conocerte lleva tiempo te permitirá ser más flexible con los avances obtenidos, con los cambios de ruta y hasta con los obstáculos presentados, así podrás sacar esos recursos que yacen en tus adentros, para continuar con el viaje, creciendo y moviéndote.
Psic. Gilberto Pliego Alarcon