Todos percibimos el mundo y nos relacionamos con él de manera distinta. Imagina que dentro de cada uno de nosotros existe una caja de herramientas. Si esa caja de herramientas fuera una caja común y corriente, en ella encontraríamos martillos, desarmadores, llaves, pinzas, entre otras cosas. ¿Cuál es el propósito de tener estas herramientas? Ayudarnos a resolver problemas cuando sea necesario. Ahora imagina que, en lugar de las herramientas que mencionamos antes, las herramientas son: la capacidad de comunicarnos con los demás, de escuchar, de pensar antes de hablar, de negociar, entre otras. A estas herramientas se les conoce como habilidades sociales. Las habilidades sociales nos ayudan a resolver una cosa en particular: nuestra interacción con el mundo.
Los seres humanos somos seres sociales. Necesitamos vivir en grupos para poder desarrollarnos física y emocionalmente a nuestro máximo potencial; sin embargo, esto trae consigo la necesidad de interactuar con las otras personas que forman parte de nuestros círculos sociales y, ahí, es donde una habilidad social en particular se vuelve fundamental: la empatía.
¿Qué es la empatía?
La empatía es la habilidad de entender y compartir los sentimientos y las experiencias de las demás personas. Es imaginarte a ti mismo en la piel de otro. Sentir lo que sienten los demás, vernos a nosotros mismos y al mundo desde su punto de vista. Nos permite amar de manera más profunda. Ver a los demás como son y no como queremos que sean, apreciar sus cualidades y reconocer que, aunque hayamos vivido experiencias similares, nuestro punto de vista, nuestros pensamientos o nuestros sentimientos no tienen que ser necesariamente los mismos.
La empatía es una característica innata del ser humano y si bien es cierto que existen personas que no necesitan esforzarse demasiado para ser empáticas, no todos tenemos la misma capacidad de hacerlo pero eso no implica que no podamos ser empáticos. La empatía es una habilidad que deber de ser practicada todo los días para que pueda ser más fuerte y certera.
¿Cómo podemos desarrollar la empatía?
Sigue estos cinco pasos para ejercitar tu empatía.
1.- Piensa en una persona importante para ti.
Puede ser alguien de tu familia, tu pareja o algún amigo. Para este ejemplo podemos pensar en tu hermano o hermana.
2.- ¿Cuál ha sido su estado de ánimo durante los últimos días?
Ultimamente no comparten tantos momentos como antes, notas que su sentido del humor ha cambiado, evita interactuar más de lo necesario con otros miembros de la familia, etcétera.
3.- ¿Qué está ocurriendo en la vida de esa persona para que esté feliz o triste, enojada o ansiosa?
Piensa sobre el día a día de esa persona. ¿Está en periodo de examenes? ¿Tiene más carga de trabajo de lo normal? ¿Está pasando por una fase complicada en su relación sentimental? Tal vez no conozcas los detalles, pero si alguien regresa ansioso a casa después de asistir a algun lugar en particular, probablemente alguna situación incómoda haya ocurrido.
4.- ¿Cómo estás contribuyendo al estado de ánimo de esa persona?
Piensa en su relación durante los últimos dias. Tal vez tú no seas la causa pero ¿estás contribuyendo a que se sienta mejor o peor? Imagínate en la misma situación e intenta sentir lo que la otra persona siente con los comentarios o acciones ajenas.
5.- ¿Qué podrías hacer o decir para contribuir a mejorar la situación de esa persona?
Piensa cómo puedes contribuir a la situación. Muchas veces son acciones pequeñas, sentarte a escuchar, ver una pelicula o salir a caminar pueden brindar el apoyo y la comprensión que el otro necesita en ese momento.
Algunas recomendaciones que te pueden ayudar:
- Bríndale toda tu atención a la otra persona y mírala a los ojos cuando estén hablando. No mires el celular, hacia la ventana o hagas alguna otra cosa, sólo escucha.
- Asiente con al cabeza para indicar que estás escuchando lo que dice. También puedes repertir en tus propias palabras lo que la otra persona está diciendo, esto con el objetivo de asegurarte que estás comprendiendo al 100% lo que estás escuchando.
- Valida las emociones de los demás. Aún cuando no las compartas o no estés de acuerdo con ellas. Recuerda que de eso se trata la empatía.
La empatía nos ayuda a tener interacciones más profundas y significativas. Es un pegamento que nos permite mantenernos más cerca de nuestros seres queridos y ser más sensibles ante nuestro entorno. Por ello, es importante no sólo utilizarla con nuestros seres queridos, sino con todos. Una buena opción es participando en distintos grupos sociales, como los que ofrecemos en Unidos (si quieres conocer nuestros próximos programas puedes hacer click aquí) que nos faciliten acercarnos a personas nuevas, que nos ayuden a seguir desarrollando nuestras habilidades sociales y así poder ir agregando más y más herramientas a nuestra caja.
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