Hace algunos días, tuve la oportunidad de recorrer nuevamente las calles de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Un lugar mágico. La experiencia de caminar por sus calles llenas de color, convivir con su gente tan cálida y disfrutar de la vida sencilla y pausada que se vive ahí es por sí solo un deleite. Sumado a todo esto, también tuve la oportunidad de pasar algunos días en la escuela Gestalt Viva de Claudio Naranjo, un espacio donde viví una de mis experiencias recientes más enriquecedoras.
Una oportunidad para frenar y hacer nuevamente un trabajo de autoconocimiento a través de el análisis de los sueños, con la sensibilidad y guía de Amor Hernández, y el acompañamiento terapéutico de Gerardo Ortiz, no desde un punto interpretativo como Freud sino desde la Gestalt, en la cual, el sueño es una parte de cada uno de nosotros no concluida.
Bajo la poderosa premisa de la Gestalt, que es el tomar conscienciacomo punto de partida para la transformación -y junto con un grupo de jóvenes y adultos con el fin común de crecer personalmente- viví una de las experiencias más ricas de vida: el autodescubrimiento.
Dejar de vivir en automático y aprender a reflexionar. A observar nuestras propias carencias y nuestras posibilidades de expansión para entendernos más y vivir una vida amplificada. Un camino inacabado, pero de gran riqueza para transitar por la vida de una forma más plena y consciente. Paso a paso.
A través de la interpretación de los sueños jugué a ser niña y me remonté a esa época llena de diversión y risas. También pude vivir algunas experiencias que me faltaron de niña, quizá por vivir experiencias de adulto desde pequeña, al acompañar a mis hermanos con discapacidad -sin duda, experiencias de vida que expanden el yo- y tuve la oportunidad de ver a Unidos. Las motivaciones que me llevaron a comenzar, mis aciertos y mis carencias. Todo eso que permite engrandecer la visión desde otro lugar.
¿Cómo conectar con la vida? ¿en qué gastas tu energía? ¿de qué tamaño es la cárcel en la que vives? Son algunas preguntas con las que, a través de dinámicas experienciales, aprendes a tomar consciencia y compromiso para el cambio.
Pasos que ayudan a una transformación personal basados en hacer una vida más ancha, con mayores posibilidades y de mayor autenticidad. El autodescubrimiento es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás. Ojalá nos diéramos la oportunidad de conocernos a nosotros mismos más seguido.