Los libros son algo de lo que se desprenden experiencias únicas y extraordinarias. Tan solo basta con recordar el aproximarnos a un libro y ver como se desprende un olor que no encuentras en ninguna otra parte. Inclusive, el pensar en la primaria evoca recuerdos gratos de cuando se tenían libros nuevos, lo agradable que era hojearlos para ver lo que contenían, buscar el índice, imágenes, títulos de lecciones que mostraran lo que verías en el curso. Eran momentos llenos de gozo, que a todos nos han quedado marcados.
Para algunas personas leer se relaciona con el hecho de hacer tareas, ejercicios o próximos exámenes, lo cual no trae muy buenos recuerdos. Sin embargo, la lectura debe ser un lindo acto que nos transporte a diversos escenarios, paisajes, lugares, momentos, ambientes, con diversos personajes, con una gama de sentimientos y emociones que te pueden provocar una sonrisa o hasta llanto. Ya que la lectura es algo que permite que nuestra mente se ponga a trabajar y dejemos volar nuestra imaginación.
La lectura es una acción que nos permite acercarnos a un texto y dependiendo del momento, la situación, las emociones o las vivencias por las que pasemos, nos brinda un mensaje. Donde quizá no sea el mismo al tener otro acercamiento tiempo después, cada que leemos descubrimos nuevas ideas, valores, lecciones o experiencias. Y eso hace que la lectura sea una gran fuente de creatividad, donde hallemos respuestas a preguntas que incluso no nos habíamos hecho.
Muchas veces un libro nos atrapa por la portada, el título, el índice o alguna recomendación, de ahí que cada quien encuentra una razón única por la cual un libro nos llega a fascinar. Siendo un evento personal de nosotros mismos, donde estos mueven algo dentro de nuestro ser, que nos engancha.
Existe la idea de que los textos literarios son maravillosos, y claro que tienen su encanto los cuentos, las poesías, las fábulas, las leyendas o las novelas. Sin embargo, los textos informativos o científicos no tienen esta misma fama, pero eso no significa que sean malos, simplemente van de acuerdo con la persona y el público al que van dirigidos. Y eso es algo maravilloso de los textos, ya que no son exclusivos de ciertos grupos de personas. Todos los textos están abiertos y a la disposición de toda la población, donde quizá en una etapa de la vida pueden ser más llamativos algunos escritos que otros. Además, hay que recordar que siempre vamos a aprender de ellos algo nuevo, sin importar el género o categoría del libro.
Por lo tanto, leer tiene que ser un gran deleite para todo aquel que se aproxime a un texto, debido a que mientras leemos nos sumergimos en un viaje fascinante. Recordemos cómo aprendimos a hablar, donde al estar en constante bombardeo de palabras, se nos hizo algo amigable el lenguaje. La lectura debe de ser similar, existiendo un estímulo hacia esta y que podamos tener un entorno más agradable al momento de estar en contacto con un libro.
Leer es satisfactorio ya que cuando te escuchas te encuentras citando alguna idea, personaje o frase que te conduce a la reflexión. Por esto y más la lectura es algo de suma importancia que todos debemos de realizar más seguido y que más que un hábito debe de ser una afición. La cual nos brinda habilidades para desarrollarnos mejor como seres humanos. Teniendo vivencias placenteras y llenas de emociones que logremos tener y transmitir hacia los demás.
¿Qué estás esperando? Date el placer de leer.
Carlos Anselmo Páez Santiago Aliado de Unidos somos Iguales y estudiante de carrera del área de negocios del Tecnológico de Monterrey.