Actualmente nos encontramos en un estado de confinamiento derivado de la crisis de salud por el COVID-19, la cual ha provocado muchos cambios en nuestro estilo de vida. Todo esto puede producir estrés, preocupación, frustración, entre otras y aunque todos poseemos diferentes habilidades y capacidades que nos ayudan a afrontar la situación actual, estas no siempre son las más adecuadas.
De acuerdo a Bisquerra (2011) el miedo, la ansiedad y el estrés, afectan a muchas personas y son una de las causas principales de malestar. Por ello es sumamente importante aprender a ser conscientes de estas emociones, ya que regularlas y expresarlas de forma apropiada puede contribuir a prevenir trastornos emocionales y potenciar el bienestar, sobre todo en épocas de crisis como la actual, sin embargo, poder llegar a esto no es tan simple, requiere un proceso de aprendizaje continuo.
Es aquí donde la educación emocional toma un papel sumamente importante, especialmente para los niños y niñas, ya que mediante ella desarrollarán las habilidades necesarias para tomar conciencia, comprender, expresar y regular de forma apropiada las emociones que están presentando.
Muchos papás y mamás están preocupados por avance escolar de sus hijos, ya que no cuentan con las herramientas para garantizar un aprendizaje significativo y temen que no estén preparados para el siguiente ciclo escolar, lo cual, sumado a las preocupaciones por el COVID, les produce un estado de estrés. ¡Tranquilo! En cuanto se retomen las clases, puedes estar seguro que los maestros encontrarán la manera de cubrir el currículo y reforzar todos los aprendizajes que no hayan quedado bien cimentados, pero lo que no podrán hacer solos es reparar el daño provocado por un mal manejo de las emociones.
Es por ello que te invito a ti, papá y mamá, a tomarte un respiro, no olvides que ayudar a tus hijos gestionar sus emociones es tan importante como ayudarlos con las tareas escolares. Recuerda que para los niños es mucho más difícil identificar y expresar sus emociones, pero nosotros podemos identificar cambios en su conducta, los cuales pueden alertarnos y así poder ayudarles a ponerle nombre a lo que están sintiendo.
- Lo primero es tener presente que el miedo, la preocupación, la ansiedad son totalmente normales, lo que debemos tratar de evitar es que estas emociones nos bloqueen y nos impidan solucionar nuestros problemas.
- Debemos evitar expresiones como “No tengas miedo”, “No llores”, “No te enojes”… recordemos que las emociones necesitan ser expresadas de una manera saludable, y los adultos somos los responsables de enseñar a los niños cómo hacerlo.
- Cuando notemos cambios conductuales en los niños, debemos intentar darnos cuenta del motivo por el que se dio este cambio. En este punto, la observación de sus actividades y juegos nos darán muchas pistas al respecto.
- Debemos ayudarlos a identificar que sensaciones físicas están experimentando y conectarlo con una emoción, es decir, ponerle nombre a lo que están sintiendo.
- Es importante brindarle opciones para expresarse y liberarse de las emociones negativas.
- Cuando ya son capaces de nombrar sus emociones, es importante animarlos a expresar sus emociones con las palabras adecuadas, por ejemplo: “estoy muy enojado porque…”, “estoy feliz porque …”).
Es por ello que te invito a ti, papá y mamá, a tomarte un respiro, no olvides que ayudar a tus hijos gestionar sus emociones es tan importante como ayudarlos con las tareas escolares. Recuerda que para los niños es mucho más difícil identificar y expresar sus emociones, pero nosotros podemos identificar cambios en su conducta, los cuales pueden alertarnos y así poder ayudarles a ponerle nombre a lo que están sintiendo.