En tres semanas Elías va a cumplir 15 años. La edad simbólica para dejar de ser niño y convertirte en joven.
Al tener un hijo con síndrome de Down, la sociedad te recuerda constantemente que tienes un hijo que será un niño por siempre. Nosotros nos hemos esforzado por tratar de que no sea así, porque queremos que Elías pueda crecer como cualquier otra persona, esto no quiere decir que sea un joven común y corriente de casi 15 años, pero en muchos aspectos si lo es.
Cuando hace cosas como llevarse el celular a escondidas, nos encantó que tuviera esa rebeldía propia de la edad, y así ha ido mostrando desafíos, cosas que me hacen ver que en casa tengo un joven y no un niño. Claro que hay días que me saca más de una cana, pero mi esposo es el encargado de recordarme que esto es lo que queríamos para Elías.
Confieso que hace 15 años cuando el nació no pensábamos que así sería nuestra vida, creía que tendría a mi cargo a una persona que sería muy dependiente de mí, que la vida de él y la de nosotros sería muy pesada, cansada y quizás algo triste. Creía que no hablaría, no tendría amigos, no podría ir a la escuela y que quizás hasta no caminaría, para mi eso era discapacidad, eso era síndrome de Down.
Confieso que me tomó tiempo creer en mi hijo, que pasé días anhelando algo de “normalidad”, que no podía decir síndrome de Down sin romper en llanto, que veía a niños más grandes o jóvenes o adultos y me asustaba, que me desesperaba fácilmente, lo vivía comparando y siempre sentía que íbamos atrás o que no hacíamos suficiente.
El cambio dentro de mi no ocurrió de un día para otro, fue gradual, creo que el amor que tenía por él me fue guiando hacia una aceptación de la realidad y quitando poco a poco esa ignorancia y apagando ese miedo latente que muchos tenemos.
El miedo sigue ahí, pero no por Elías, si por la sociedad, que sé que son como yo era hace 15 años, pero sé que es un proceso, que poco a poco conociéndolo irán cambiando la mirada, como lo hice yo.
Hace unas semanas empecé a planear el regalo de cumpleaños y se que será algo que disfrutará mucho y que para nosotros es un símbolo de dar un paso de confianza, no niego que me da nervios, pero también se que está listo, porque lo venimos preparando desde hace 15 años inconscientemente para esto.
En unas semanas más les contaré cómo nos fue con el regalo.