A menudo cuestionamos la razón por la que fuimos traídos al mundo. Nos preguntamos cuál es el verdadero propósito de nuestro existir, y encontrar la respuesta a esta incógnita parece no ser clara.
Los psicólogos relacionan esta pregunta con un plan de vida, donde el objetivo principal que buscamos como humanos no es recibir sino dar. El neurólogo australiano Viktor Frankl, afirma que no importa qué esperamos de la vida, sino lo que la vida espera de nosotros. De igual manera, la psicología ve este propósito como una condición para alcanzar la autorrealización, ofreciendo esfuerzos al servicio de una comunidad.
El sentido de la vida no es una resolución inventada, sino más bien descubierta, y su hallazgo depende de las circunstancias en las que crecemos. Lo que tenemos claro es que la mayoría de las personas buscamos que nuestra vida tenga un significado.
No existe un proceso o fórmula con la que podamos encontrar nuestro propósito en la vida. El escritor John C. Maxwell menciona que el primer paso para encontrar el significado de nuestra vida es un cambio de mentalidad, y propone algunos pasos para comenzar a ser el “escritor” de nuestra propia historia:
- Ser los protagonistas del cuento. Las cosas no llegan solas, tenemos que actuar intencionadamente para que nuestra vida sea importante, empezando por hacer actividades en las que podamos sentirnos útiles o apoyar a otros.
- Icluyamos el propósito en la historia. Evaluemos los elementos que personalmente consideramos relevantes en nuestra vida. Este objetivo que nos fijemos probablemente desafiará nuestros miedos y nos sacará de la zona de confort. No hay que temer al cambio.
- Actuemos, en lugar de intentar. Que no quede en “promesas”, comencemos con acciones orientadas al cumplimiento de nuestro objetivo y seamos responsables de las consecuencias. Este es el paso más importante para comprometernos con el propósito que identifiquemos.
Al ser personas diferentes, que crecen bajo contextos y situaciones distintas, cada uno encontrará su propósito de la vida de una manera muy particular, por lo que no es posible comparar la trama o desenlace de la historia.
Personalmente, puedo afirmar que el propósito no necesariamente se refiere al éxito profesional o monetario, sino también tiene que ver con labores altruistas y/o proyectos sociales que traigan consigo la autosatisfacción y autorrealización, los cuales tengan una reacción positiva en nuestro entorno y el de los que nos rodean.
Artículo escrito por:
Dafne Adriana Pérez González, estudiante de la Licenciatura en Mercadotecnia y Comunicación en el Tecnológico de Monterrey.