Para ti, ¿qué significa ser líder? Algunas de las respuestas más comunes son “que la gente te escuche”, “que los demás te sigan”, “ser una persona querida”, entre muchas otras; sin embargo, ser un buen líder implica mucho más que eso. Podríamos decir que el hecho de ser escuchado, seguido o querido por les demás son consecuencias de ser un líder y, entonces, aún no hemos respondido a la pregunta original.
Nuestro presente nos exige ser líderes diferentes a los de hace 5, 10 o 15 años. Ser más trabajadores en equipo y menos protagonistas, nos exige dar un paso hacia un liderazgo mucho más conversacional, en donde se valora el intercambio de ideas de todo un equipo y no sólo las ideas del líder. Este tipo de líderes, buscan crear un patrón que ofrezca soluciones diversas, más allá de encontrar una única solución.
Para lograr desarrollar este liderazgo conversacional, existen 4 habilidades que cualquier moderno debe aspirar a tener:
Autoconocimiento: Adquirir consciencia de uno mismo es esencial para desarrollar una buena capacidad de escucha activa, la cual, a su vez, es clave para para desarrollar conversaciones altamente productivas y de valor. Tener bien claras nuestras propias reglas o creencias que gobiernan nuestra vida, nuestras motivaciones y las cosas que nos detienen de alcanzar nuestro máximo potencial son un paso necesario para ser excelentes detonadores de conversaciones.
Encuentro: No puede haber conversaciones sin encuentro. Tener un encuentro con otra persona requiere salir de nuestra zona de confort y activar nuestro lado curioso. Para tener encuentros auténticos y valiosos, necesitamos ponernos en la misma sintonía con la otra persona, intentar entenderla y estar dispuestos a dar lo mejor de nosotros.
Empatizar: Es una de las habilidades más importantes para desarrollar nuestra inteligencia emocional. La comprensión y el entendimiento son imposibles sin un poco de empatía. Es la capacidad de y entender las experiencias, ideas, valores del otro, casi al punto de poder identificarlos como nuestros. Nos ayuda a reconocer la existencia de los demás y a legitimizar sus pensamientos. Desarrollar esta habilidad es necesario para desarrollar un liderazgo creativo y flexible.
Compromiso: una vez que el líder ha aprendido a empatizar con los demás, debe de aprender a utilizar esa empatía para generar compromiso en los demás. Esto se puede lograr solicitando ideas, contribuciones o delegando ciertas tareas. Logrando generar compromiso en los demás, los líderes abren la puerta a la creatividad y la innovación dentro de los grupos o las organizaciones. Comprometerse con el otro ayuda a crear un menú de opciones y soluciones para elegir.
Desarrollar un liderazgo conversacional es desmitificar la imagen del líder como un ser superior a los demás, cuyas ideas valen más y su palabra es la única con valor. Impulsar este tipo de liderazgo, incluso nos ayudará a tener más líderes, ya que ahora no es necesario ser la persona más extrovertida y con la voz más fuerte del salón, sino la que mejor entiende e impulsa las cualidades y habilidades de los demás.